En toda manifestación de la naturaleza encontramos tres cualidades: sattva (el principio sutil que recoge la esencia), rajas (la actividad) y tamas (la inercia). Así mismo cada una de ellas se encuentra dirigida por una personalidad divina.
Así, Śiva preside la cualidad de tamas; la cual involucra la destrucción. A pesar de que, en la vida diaria, la destrucción no es muy atractiva, se hace necesaria desde la comprensión que trae la destrucción como el movimiento transformador que da lugar a un nuevo ciclo.
Śiva, como término, contiene la sílaba Ś significando Bienaventuranza Permanente; la letra " I " significa Puruṣa (la energía masculina primordial) y la sílaba " Va " significa Śakti (la energía femenina primordial).
Millones de personas celebran la auspiciosa noche de Śiva como la noche más grandiosa del ciclo anual por la grandiosa oportunidad de conexión que supone. Śiva, la conciencia suprema de este universo, se encuentra relacionada con el cakra corona (Sahasrāra cakra) en el cuerpo humano y, por ende, con la iluminación.
Por su parte, su consorte, la diosa Pārvatī representa Kuṇḍalinī Śakti; la cual yace latente en la base de la columna vertebral.
Particularmente la posición planetaria, en la noche de Mahā-Śivarātri, se encuentran previstas para un aumento natural de energía; por lo que Śakti avanza al encuentro de Śiva. Esta grandiosa unión es la que se celebra esta sagrada noche.
Realmente tenemos la oportunidad de emplear dicha disposición energética para crear y sostener la consciencia en nuestras vidas y animarnos a reconocer los diferentes cuerpos que habitamos; aunque ninguno de ellos somos.
Es realmente desde esa comprensión cuando la persona puede soltar los temores absorbidos por intereses secundarios o la ilusión que muestra lo que parece; pero no es.
Namaste.
oṃ śivāyai namaḥ