“La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta”.
Eduardo Galeano. Las palabras andantes.
Si nos dirigimos a la definición de anatomía nos llevará a la ciencia que estudia la estructura y forma de los seres vivos.
Siendo sincer@s no suena muy motivador o práctico acercarse a ella y poco nos propicia a conocer y reconocernos. Es por ello que se hace imprescindible innovar la anticuada versión que, simplemente, la reduce al estudio de la estructura corporal basada en huesos y músculos.
En realidad, la anatomía se pone al servicio de la autocomprensión del microuniverso que habitamos permitiéndonos una visión integrada de nuestra existencia. Es increíble que no conozcamos nuestro propio cuerpo y que desconozcamos cuanto pasa debajo de la piel. Desde esa mirada, apenas encontraremos una vinculación profunda entre la anatomía y el yoga.
En cambio, se hace fundamental mantener una relación de atención y comunicación profunda con el cuerpo físico, si nos dirigimos hacia un bienestar holístico. Somos almas experimentando una existencia humana, a través del mejor vehículo posible; lo cual, sabemos, que no es casualidad…Este cuerpo se comunica de una manera muy especial, mediante un propio lenguaje. Si nos abrimos a escuchar, podremos avanzar a dialogar para obtener el valioso mensaje, crecer en autoconocimiento y resolver el posible conflicto.
Es desde esa autoindagación que la anatomía es aplicada al yoga, aportando comprensión para mantener un cuerpo sano, evitar lesiones y mantener una mente amiga, cada vez más en presencia. Coordinando el cuerpo físico con la respiración y la mente logramos una mayor claridad de pensamiento, una respiración con el menor esfuerzo y un movimiento de alta eficacia.
Se hace vital puntualizar a la hora de escoger manuales de anatomía, observar si distingue entre la anatomía masculina y femenina. Incluso, muchos tratados de yoga, centraban la postura en base, únicamente, en la masculina. Está en una de las consideraciones más esenciales y que, en Premadhāma, tenemos presente, desde el primer horizonte.
La anatomía del yoga nos conduce, también, a dos ámbitos claves, en nuestra vida, dentro y fuera de la esterilla; los cuales profundizaremos en los siguientes Compartires: la conciencia corporal y el rango de movilidad.
El equilibrio del cuerpo es la base de la armonía en la vida.
Namaste.
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