Dedicado a mi hermana Paula.
El Yoga es una ciencia holística por lo que intervendrá en nuestros tres cuerpos, desde la espiritualidad quien posibilita el trascender.
La lumbalgia acontece como un dolor en la región lumbar que puede extenderse desde los riñones hacia las caderas, los glúteos y los muslos. La presencia de dolor siempre es un llamado de atención, casi como un grito, que busca comprensión y amor; por lo que siempre estamos ante una oportunidad.
Sus causas son excesivamente múltiples: desde una contractura o la exposición a una corriente o frío pasando por escoliosis, cambios hormonales dentro de la fase menstrual hasta alteraciones en la estructura de la región que conforma… Además, puede provenir de la realización de ejercicios repetitivos, ciática, artritis o hernias discales…Incluso puede mostrarse como vulnerabilidad estructural: tanto el desequilibrio en la articulación sacro ilíaca com la forma de la espalda baja por debajo de L3 donde la posición crea una curva lumbar general más profunda y que se ve altamente afectada cuando pasamos largas horas en sillas.
Por ello se hace necesario un enfoque personalizado que permita comprender la manifestación de dolor lumbar. Más del 80% de los casos no identifican con exactitud su causa catalogándose como “lumbalgias inespecíficas”. Por lo que estamos ante una invitación a personarse, observarse y autocuidarse para vivir nuestras responsabilidades sin padecimiento ni sobrecargas.
El yoga promueve el autoconocimiento y posibilita una sādhanā donde los mantras, los prāṇāyāmas y las āsanas sean precisas. Mientras nos convoca a pasar de paciente a activ@ y aprovechar esta oportunidad de autoconocimiento y crecimiento.
Para lidiar con el dolor están presentes āsanas como Marjaryāsana (postura del gato), Bitilāsana (postura de la vaca), Bālāsana (postura del niño), Sucirandhrāsana (postura de la paloma inversa); Śalabhāsana (postura de la langosta) o Supta Pādāṅguṣṭhāsana (postura del dedo gordo reclinado).
Éstas alivianan el dolor reduciendo el impacto escuchando atentamente al cuerpo, extrayendo la enseñanza evitando que se torne frecuente o crónico. Muchas personas asocian el alivio del dolor con la inmovilidad. No obstante, es posible reducir lidiar y eliminar la mayoría de dolores de espalda a través de una sādhanā personalizada que contribuya con un practica suave conscientes de las direcciones posibles y de los movimientos adecuados.
La columna lumbar se conforma de cinco vertebras más grandes que las que están por encima, siendo responsable del peso y del movimiento del tronco superior. Observamos su geometría sagrada y nos damos cuenta que está diseñada para que en nuestro desplazamiento haya flexión y extensión, hacia delante y hacia atrás. Esto nos va a llevar a una curvatura que cuando se presente en demasía (hiperlordosis) contribuye al dolor lumbar.
La mayoría de las personas pierden dicha curva lumbar mientras están sentadas por muchas horas. Cuando se agrava con el tiempo, se manifiesta a través del dolor, muestra desequilibrio y solo a nivel muscular ya puede ser tedioso en nuestro día a día. Es posible que la persona pase mucho tiempo en una silla por su trabajo. Quizá no podemos, en este momento, modificar esa situación. Sin embargo, con más motivo requerimos contrarrestar con una práctica yógica acorde a la necesidad puntual.
Como primer paso, en un acto de autoamor, nos tomaremos el tiempo para evaluar la situación con el fin de llegar al origen del dolor y resolver, en vez de conformarse con lidiar con los síntomas.
Es esencial identificar el tipo, la frecuencia y el recorrido del dolor: Escucha, siente, respira sosegadamente…
La precisa localización del dolor nos permitirá incluso afinar energéticamente; ya que el área lumbar se encuentra entre el primer y el segundo cakra. Nos ayudará a ver si existe algún inconveniente de enraizamiento, de aprecio y autoamor, si expresamos nuestras emociones adecuadamente; o más bien tiene que ver con nuestra energía sexual o simplemente la actitud ante el cambio…
A continuación, nos adentramos a la revisión de hábitos que influyen en la lumbalgia y exiliemos de una vez, pues suponen hiṃsā (violencia):
-Vida sedentaria
-Fumar
-Sobrepeso
-Calzado no adecuado, incluyendo el uso habitual del tacón. (Recordamos que estamos sin corsé, pero seguimos con ciertas torturas impuestas).
-Falta de higiene postural
-Dormir en una superficie inadecuada…
El dolor lumbar está asociado al enojo o la ira reprimida. El silencio forzado, sin canalización, de los pensamientos de baja vibración aumenta la tensión muscular.
¿Tenemos disposición para acudir a la esterilla con mucha consciencia, suavemente y a través de una respiración consciente?
La lumbalgia también puede estar vinculada a tendencias conductuales:
“No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre ti,
pero si puedes evitar que anide entre tus cabellos”.
Proverbio oriental.
Trabajar con las raíces del árbol del yoga (aṣṭāṅgayoga) conduce a retirar la culpa, la necesidad de ser acetad@ y/o reconocid@... Libera a las personas con tendencia a soportarlo todo. Aquellas con el rol de salvadoras que aceptan cargas que no le corresponden. Aquellas que caen en la trampa de sacrificarse por l@s demás.
¿Será que, si nos esforzamos desde el dolor o desde el sufrimiento, nos van a querer más?
La lumbalgia lleva a tres ámbitos de acción que tras la indagación sabremos reconducir: el estructural, el estiramiento y el fortalecimiento.
En el caso del estiramiento se recomienda encarecidamente distribuir el estiramiento por toda la columna sin enfatizar demasiado en el área lumbar.
El fortalecimiento del área incluye la fortificación del core; pero siempre en autoescucha y con flexión moderada.
A nivel emocional, la lumbalgia responde a la sobrecarga, a mucha presión y a un estrés mantenido; lo que produce una pérdida de calidad de vida y desplazamiento.
¿No podría a través del yoga y la respiración lidiar con este peso de otra manera hasta que pueda alivianarlo?
Habría que observar que cargas llevamos en nuestras vidas, desde donde las asumimos y cómo las llevamos a cabo. Hasta guardar secretos suele ser sobrecarga…
Ciertos pesos son asumibles siempre y cuando sean en libertad, nos oxigenemos con una buena respiración, adoptemos una postura adecuada, nos permitamos los descansos necesarios y los soltemos cuando correspondan.
Estamos ante la estructura que permite el desplazamiento. Es soporte, fortaleza y flexibilidad.
¿Somos flexibles ante las diversas circunstancias? o ¿nos aferramos a tenerlo todo organizado a nuestra manera?
Propiciemos el autoconocimiento, la práctica consciente y la espalda feliz.
Namaste.