El método de enseñanza tradicional del yoga es altamente valioso y muy cuidado siendo respetuoso con el Śāstra que nos conducen hacia los textos más antiguos de la humanidad como pueden ser el Ṛgveda.

   Una enseñanza viva se transmite cuando se integra en su totalidad, a través de la experimentación personal. De manera que contamos con una profunda planificación para transitar junt@s este viaje; la cual nos conducirá por la senda del yoga, a cada paso de manera más profunda.

   La sabiduría del yoga es tan majestuosa que abarca la propia autoindagación, que permite expandir la propia visión de la realidad, abriéndonos la percepción en todo ámbito y conduciéndonos a la sabiduría derivada del conocimiento directo del ser y de la reconexión con la Fuente Original. De esta forma, nuestra espiritualidad se encontrará aplicada en el día a día apuntando a que el yoga sea más que un estilo de vida, un estado mental que surge desde la propia esencia y se nutre desde el corazón.

   Abriéndonos a integrar los beneficios que supone ir cortando de raíz la confusión, nos permitimos un enfoque más lúcido y una visión más trascendental para nuestra vida. Nos permitimos integrar, desde el amor, la libertad y la propia experiencia, preciosas herramientas y recursos con los que ir creciendo, evolucionando y recibiendo revelaciones.

   Una vivencia inolvidable y transformadora que posibilita el avistamiento de las creencias limitantes, la liberación del estrés y nos proporciona, pade pade, un bienestar integral; mientras elevamos la conciencia, sosegamos la mente y contribuimos a generar un mundo mejor.

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   “Siembra la paciencia para que el barro se asiente y el agua se aclare. Entonces determínate a cultivar la quietud, pràctica la constancia de limpiar tu corazón y la acción correcta surgirá por sí sola”.

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