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Propicia sādhana

   Una enseñanza viva no se puede gestionar sólo a través del intelecto, sino que proporciona los medios para la necesaria experimentación personal. Es un asunto más de revelación que de comprensión humana.

   La sādhana se establece como una práctica regulada siendo ideal, en la medida de lo posible, diariamente, en el amanecer. Entre tanto, recibe los primeros rayos del Abuelo Sol, reconecta con la propia luz. De esta manera surge el convocarse a un@ mism@, tras el sueño, para sintonizar con su esencia, antes que empiece el día con sus horarios y responsabilidades. No obstante, si ese horario no es factible siempre será mejor realizarlo en otro momento del día que exiliar la sādhana de nuestras vidas.

   Ella es bendición, beneficio y ventaja. Estamos ante la grandiosa herramienta que posibilita la integración del conocimiento y la trasciende a sabiduría.

   Coordinada con los cuadernos yóguicos y las semillas del primer horizonte, Premadhāma establece una guía práctica quincenal, en formato pdf, para fomentar la autoindagación de manera que el viaje al interior vaya alcanzando cada vez mayor profundidad.

   Recibir la sādhana como un acto intencional en nuestras vidas, nos permite un profundo viaje al interior y una práctica espiritual que nos encamina a la trascendencia del ego desde la autoobservación y la reflexión. De esta manera, se propicia la integración de las semillas para alcanzar el primer horizonte.

  Es la sādhana la que nos permite aplicar la espiritualidad a nuestro día a día. Por ello, la saṅga es un inestimable espacio para sostenernos, conversar de creencias limitantes y resistencias mientras compartimos la universal ciencia yóguica que contiene un proceso personal.  

                Práctica, honra tu sādhana y deléitate transitando la senda del primer horizonte.

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