Namaste.
En este momento nos sentimos en la dicha de tener la oportunidad de parir este blog, el cual nace, aconteciendo la fase lunar creciente, desde la gratitud. Agradecer infinitamente la la Divinidad que nos posibilita estos pasos, al Universo que configura para que sea posible, a todas las personitas que somos, a las que van llegando a este compartir desde el preciado regalo del Yoga y sus nutricias perlas.
Muchas personas llegan al Yoga a través de información distribuida sin mucho rigor, en las redes, recibiendo muchas interpretaciones e incluso referencias contradictorias. Esto hace que se pierda, en multitud de ocasiones, la esencia del Yoga y cuanto le compone. De esta manera, podemos llegar a pensar que la esterilla de yoga es un material más; en ves de comenzar a establecer un precioso vínculo íntimo con ella, siendo la herramienta que nos permite establecer nuestra práctica de una manera plena, segura, cómoda... Con ella empieza la posibilidad de disfrutar de nuestra sādhana. Anuncia la llegada de ese momento sagrado del día donde nos permitimos reconectar con la esencia de nuestro ser, deshacernos de tensiones, cultivar la paz interior... Representa el autocompromiso y el bienestar.
La palabra esterilla nos viene como diminutivo de estera, al ser normalmente más estrecha. La medida estándar para el Yoga es de 175x60 cm, aunque están apareciendo algunas de dimensiones mayores, como las que se tejen en las zonas tropicales.
La Rae la define como rejilla hecha de paja o de fibra vegetal.
Siempre el material orgánico será la mejor opción; ya que nos permite estar conectad@s con la Madre Tierra; mientras que el material sintético nos aísla. Para elegir nuestra esterilla tendremos en cuenta tres características fundamentales: orgánica, agradable y segura. Así que en la medida de lo posible escogeremos un material natural de la zona que no sea demasiado duro en el cual podamos sentarnos estables y comod@s. No obstante es importante considerar el agarre y la amortiguación; con el fin que nos proporcione un óptimo soporte y estabilidad en las āsanas. Por lo que la recomendación es elegir un material antideslizante desde el primer momento para evitar lesiones y/o deslizamientos no deseados. La esterilla nos brinda la seguridad, el agarre, el enraizamiento... mientras nos facilita el contacto con nosotr@s mism@s y nuestra propia esencia. En realidad es una pieza muy especial de nuestro santuario personal. Su presencia consigue construir un vínculo amoroso con nuestra sādhana interior. Una bonita conexión con nuestra esterilla evitará lesiones, favorecerá el viaje hacia el interior y nos posibilitará conducirnos hacia un estado de ánimo equilibrado.
Nos apapachamos en la esterilla.
Hari Om.